GRUPO DE ACTUACIÓN TEATRAL DE OCCIDENTE (GATO)
   
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La política cultural salvadoreña como responsabilidad del colectivo social
Ismael García el 22-02-2010, 02:47 (UTC)
 La política cultural salvadoreña como responsabilidad del colectivo social

Jueves, 24 de Septiembre de 2009
Ismael García C.

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Por Ismael García C.

El Grupo de Actuación Teatral de Occidente (GATO), durante treinta y cinco años ha vivido diferentes etapas de la realidad como individuos y como agrupación dedicada al arte y la cultura. En ese proceso ha ido aprendiendo que se cuenta con más recursos para comprender la realidad, la coherencia de los hechos, a medida que se adquiere más experiencia. No tener suficiente información lleva a generalizar el discurso o a volverlo abstracto, peor aún si nos limitamos a superficiales interpretaciones de la coyuntura política y de los protagonistas coyunturales, sin trascender el recuento de debilidades, en especial las ajenas. La realidad es muy compleja y se perfila de diferentes maneras de un país a otro, de una región a otra, de una época a otra, por eso generalizar sin suficiente fundamento lleva a sofismas. Ante los hechos sociales se debe evitar caer en la desinformación subyugante, en los sesgos, en el subjetivismo, en lo fantástico, en las idealizaciones. La formación ideológica política y la disciplina, deben permitirnos filtrar los desvíos del eclecticismo y los dogmas del revisionismo, hay que ser objetivos.

Quienes cultivan la cultura y el arte, no deben ser tomados a la ligera por quienes en un afán de tipificación inmediata, se dediquen a clasificar arbitrariamente a quienes les plazca para simplificar su visión de la realidad. Cada esfuerzo gubernamental y cada asociación artística y cultural ha tenido y tiene alguna cuota de aciertos y desaciertos, lo fundamental capitalizar lo bueno y cualificarlo aún más, de cara a las necesidades del desarrollo humano de la sociedad concreta en que vivimos, dentro de las reglas del juego que prevalecen y que nos vemos obligados a perfeccionar con miras a la utopía de una sociedad más justa y equitativa.

La cultura salvadoreña debe trascender los intereses personales a través de la praxis colectiva de sus autores y portadores, para seguir el camino del cambio que, desde nuestro quehacer, está plasmada en las políticas culturales. La estrategia a seguir es programática, contra toda desviación ideológica, económica o política. Los esfuerzos que realizan todas las personas que investigan, promueven, escriben, danzan, pintan, musicalizan, dramatizan, etc. en esa multiplicidad de formas que asume el arte y la cultura y el proceso de crearla, impulsarla, conservarla, etc., son loables y deben ser reconocidos y aprovechados por todo el conglomerado social. Pero no se trata de endiosar a unos ni de menospreciar a otros. Nadie tiene privativamente la posesión de todas las respuestas, de todas las propuestas, ni de todas las manifestaciones o expresiones desde y ante la realidad. La patria salvadoreña como nueva nación no será posible sin inclusión, sin el concurso consensuado de sus integrantes. Es importante la unidad de todos en la diversidad. No hay que ser sectarios.

Aunque las condiciones no sean óptimas, luchamos contra carestías, pero estamos pletóricos de vocación, de convicción, de solidaridad, de espíritu cooperativo, de autogestión y de respaldo popular. GATO sigue haciendo cultura con el entusiasmo de siempre. Los trabajadores del arte y la cultura, mujeres y hombres, jóvenes o mayores, profesionales y aficionados, funcionarios y subalternos, empleados o desempleados, oficiales o privados debemos estar unidos, asumiendo la cuota de participación social y gobernabilidad que nos corresponde, enfrentando los acontecimientos con tanta o más energía que antes y con más brillantez, sin olvidar que el pueblo unido jamás será vencido.

MEd. Jorge Ismael García Corleto y demás integrantes del GATO
Santa Ana, 24 de septiembre de 2009
 

Politica Cultural
José Rberto Cea el 07-05-2009, 01:12 (UTC)
 El 24 de Abril de 2009 se llevo a cabo en la Universidad de El Salvador, Facultad Multidisciplinaria de Occidente. La Ponencia del Escritor Salvadoreño José Roberto Cea sobre política cultural.
Y la presentacion del libro: "Un Hombre en Soledad" y "El Llanto de la Quebrada" de Miguel Angel Sandoval. Con la colaboración del Grupo de Actuación Teatral de Occidente.

La mesa de honor estubo prescedida por:

José Roberto Cea; escritor y coordinador del Foro de Intelectuales de El Salvador.
Miguel Angel Sandoval; escritor y cineasta.
Antonio Velado; periodista.
Jorge Ismael García Corleto; escritor y director del grupo GATO.

En la cual estubieron presentes alumnos de letras, de Licenciatuara en Ciencias de la Educación y de Profesorado.

Más adelante pondremos la ubicación del video, y ampliaremos más sobre el tema.


 

Tras Las Huellas del Gato
Revista Cultural Digital - CulturaElSalvador.com el 18-04-2009, 03:29 (UTC)
 CulturaElsalvador.com
 

DÍA INTERNACIONAL DEL TEATRO
AUGUSTO BOAL el 08-04-2009, 20:29 (UTC)
 El Día mundial del Teatro fue creado en 1961 por el Instituto Internacional del Teatro (ITI). Se celebra anualmente el 27 de marzo por los Centros nacionales del ITI, la AITA/IATA, la UNESCO y la comunidad teatral internacional. Con este motivo se suelen organizar diversos eventos nacionales e internacionales. Uno de los clásicos es el Mensaje Internacional (o manifiesto) tradicionalmente escrito por una personalidad del teatro de talla mundial por invitación del Instituto Internacional del Teatro. Este año, tal honor ha recaído en el dramaturgo y director de teatro brasileño Augusto Boal .



Mensaje del Día Mundial del Teatro 2009

- Augusto Boal -



“Todas las sociedades humanas son espectaculares en su vida cotidiana y producen espectáculos en momentos especiales. Son espectaculares como forma de organización social y producen espectáculos como este que ustedes han venido a ver.
Aunque inconscientemente, las relaciones humanas se estructuran de forma teatral: el uso del espacio, el lenguaje del cuerpo, la elección de las palabras y la modulación de las voces, la confrontación de ideas y pasiones, todo lo que hacemos en el escenario lo hacemos siempre en nuestras vidas: ¡nosotros somos teatro!

No sólo las bodas y los funerales son espectáculos, también los rituales cotidianos que, por su familiaridad, no nos llegan a la consciencia. No sólo pompas, sino también el café de la mañana y los buenos días, los tímidos enamoramientos, los grandes conflictos pasionales, una sesión del Senado o una reunión diplomática; todo es teatro.

Una de las principales funciones de nuestro arte es hacer conscientes esos espectáculos de la vida diaria donde los actores son los propios espectadores y el escenario es la platea y la platea, escenario. Somos todos artistas: haciendo teatro, aprendemos a ver aquello que resalta a los ojos, pero que somos incapaces de ver al estar tan habituados a mirarlo. Lo que nos es familiar se convierte en invisible: hacer teatro, al contrario, ilumina el escenario de nuestra vida cotidiana.

En septiembre del año pasado fuimos sorprendidos por una revelación teatral: nosotros pensábamos que vivíamos en un mundo seguro, a pesar de las guerras, genocidios, hecatombes y torturas que estaban acaeciendo, sí, pero lejos de nosotros, en países distantes y salvajes. Nosotros que vivíamos seguros con nuestro dinero guardado en un banco respetable o en las manos de un honesto corredor de Bolsa, fuimos informados de que ese dinero no existía, era virtual, fea ficción de algunos economistas que no eran ficción, ni eran seguros, ni respetables. No pasaba de ser mal teatro con triste enredo, donde pocos ganaban mucho y muchos perdían todo. Políticos de los países ricos se encerraban en reuniones secretas y de ahí salían con soluciones mágicas. Nosotros, las víctimas de sus decisiones, continuábamos de espectadores sentados en la última fila de las gradas.

Veinte años atrás, yo dirigí ‘Fedra’ de Racine, en Río de Janeiro. El escenario era pobre: en el suelo, pieles de vaca, alrededor, bambúes. Antes de comenzar el espectáculo, les decía a mis actores: “Ahora acaba la ficción que hacemos en el día a día. Cuando crucemos esos bambúes, allá en el escenario, ninguno de vosotros tiene el derecho de mentir. El Teatro es la Verdad Escondida.”

Viendo el mundo, además de las apariencias, vemos a opresores y oprimidos en todas las sociedades, etnias, géneros, clases y castas, vemos el mundo injusto y cruel. Tenemos la obligación de inventar otro mundo porque sabemos que otro mundo es posible. Pero nos incumbe a nosotros el construirlo con nuestras manos entrando en escena, en el escenario y en la vida.

Asistan al espectáculo que va a comenzar; después, en sus casas con sus amigos, hagan sus obras ustedes mismos y vean lo que jamás pudieron ver: aquello que salta a nuestros ojos. El teatro no puede ser solamente un evento, ¡es forma de vida!

Actores somos todos nosotros, el ciudadano no es aquel que vive en sociedad: ¡es aquel que la transforma!
 

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